blogroll

SÍGUEME EN INSTAGRAM

Encontrarás más fotos de cada salida de pesca

NUEVO RÉCORD DE BLACK BASS

Este año volví a batir mi nuevo récord de black bass. Los 3kg ya están más cerca.

BLACK BASS PREFREZA EN PEQUEÑAS MASAS DE AGUA

Una breve explicación de cómo afronto estos días pescando en sitios de pequeñas dimensiones

¿YA NOS OLVIDAMOS DEL SENKO?

Ya no se habla del senko, o se quiere hablar. Modas.

UN BUEN SUSTO

En el momento más inesperado me topé con un enorme barbo que puso a prueba mi equipo

viernes, 25 de septiembre de 2015

Mejor para después

Son muchas las ocasiones en las que recibimos alguna picada brusca de un pez activo que no vuelve a por el señuelo tras perdonar una primera ocasión. Hace unos cuantos días tuve la suerte de hacerme, muchos minutos después, con dos de esos peces que, tras haber realizado un ataque sin éxito, no quisieron volver a saber de mi señuelo hasta que me mudé de zona para volver a intentarlo tiempo después, con fortuna.

La primera de las picadas se produjo al poco tiempo de comenzar a pescar, y digo picada por ser sutil. Iba haciendo orilla con un jerk blando y la verdad, algo desconcentrado, cuando un buen bass emergió desde el fondo para intentar tomar el señuelo cuando ya lo tenía a escasos 50 centímetros de mis rodillas.  Le pude ver la boca, era grande, por lo que me separé de la zona donde se habia producido la picada para intentar su captura. No fue posible, cambié de señuelo, de presentación, y de ángulo de lance (muy importante), pero no hubo respuesta, por lo que decidí dejar ese pez para última hora, intuyendo que no se movería de aquella zona, y así fue.

Siguiendo escenario arriba, pescando con jig recibí una picada casi imperceptible pegado a un palo que se adentraba varios metros en el agua. Fue a la caída, pero tal y como había sucedido antes, el bass no quiso repetir. Otro para después. Al menos iba sacando algún que otro pez por el camino, y a la vuelta ya tenía dos más esperando en la recámara.

Ya de vuelta, y con varios lances bonitos para el recuerdo, llegué a la zona donde me había olfateado el jig el pez apostado en el palo. Solo hizo falta un ajustado lance con la spinnerbait para arrancar su potente picada. Unas cuantas ramas esquivadas, no sin apuros, foto y al agua de nuevo.




 Y llegué a la zona donde al principio de la jornada un buen bass mostró toda su boca fuera del agua para coger mi jerkbait blando. De nuevo mismo ritual y mismo desenlace, aunque esta vez me costó más de un lance. No fue hasta el tercero, el más ajustado de todos, cuando el bass tomó la spinner a la caída. No era tan grande como yo esperaba, quizá lo intuí mayor al verlo tan de cerca la primera vez, aún así se trataba de un buen pez, precioso además.


Pues eso, mejor para un poco más tarde. Mejor para después.