blogroll

miércoles, 15 de julio de 2015

Veranazo

Ahora, desgraciadamente, cada vez puedo salir menos. Si acaso una vez a la semana, y esa salida la sigo dedicando al black bass, ¡faltaría más!

La escapada tras los siluros se sigue aplazando, y me da a mi que va para largo. Además, si sigo teniendo la misma suerte en las pocas salidas que hago, nada me va a hacer cambiar de opinión.
La última jornada fue de lo más dura. Suena a tópico, si, pero es cierto. Cuando están fáciles también habrá que decirlo, pero eso será más adelante, no ahora.

Los peces ya están entrando en las zonas que suelen frecuentar por estas fechas, pero se muestran reacios a casi cualquier presentación. Ni siquiera los pequeños estaban activos.
Entramos al agua sobre las ocho de la mañana, pero no fue hasta casi las doce, cuando el sol se mostraba en plenitud cuando conseguí arrancar la primera picada de un pez de talla: un bass que pasó por poco de los dos kilogramos, y que me hizo sudar de lo lindo.




Ya cuando nos dirigíamos a salir del agua, hicimos una última parada, y pude hacerme con otros peces bonitos, largos, delgados, y muy meticulosos a la hora de tomar el señuelo, un swimbait blando.




Y cómo se disfrutan ahora estos peces, qué fuerza. Son unas bestias.
El verano es, sin duda, una de las épocas más bonitas para pescar, difícil, pero preciosa. Y conmigo, de momento, se está portando de nuevo muy bien.


0 comentarios:

Publicar un comentario