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NUEVO RÉCORD DE BLACK BASS

Este año volví a batir mi nuevo récord de black bass. Los 3kg ya están más cerca.

BLACK BASS PREFREZA EN PEQUEÑAS MASAS DE AGUA

Una breve explicación de cómo afronto estos días pescando en sitios de pequeñas dimensiones

¿YA NOS OLVIDAMOS DEL SENKO?

Ya no se habla del senko, o se quiere hablar. Modas.

UN BUEN SUSTO

En el momento más inesperado me topé con un enorme barbo que puso a prueba mi equipo

domingo, 29 de marzo de 2015

Nuevo récord de Black Bass

Como cada año últimamente, por suerte, he batido mi récord de bass, y a partir de ahora va a ser más complicado si cabe superarlo, la cota va estando más alta, y toparte con un pez de estos requiere de muchos factores; el primero la suerte, que viene dada también por la experiencia y todo lo que ella conlleva.

Días antes había hablado con mi buen amigo Iván sobre un pez que él capturó el año pasado en una zona concreta que yo había pasado por alto. Él no pasa ni una. Pues fui a echarle un vistazo a la zona, que estaba cercana a la que yo tenía controlada, y por allí andaba éste pez. Seguramente éste pez no lo habría podido capturar de no ser por él. Gracias.

Toqué la zona exacta, en el momento exacto, con el señuelo exacto, y tratándolo del modo exacto.  Y además tuve suerte.




Y tuve suerte de verdad, porque el pez picó de manera brutal en un primer momento, sin llegar a tomar el cebo, que reposé de nuevo en el fondo. Breves instantes después llegó la picada definitiva, que realicé con el dedo pulgar sujetando el hilo, ya que tenía el freno aflojado de pelear un pez anterior. En otras ocasiones he perdido peces por éste mismo motivo. Después, una lucha en la que no era consciente del tamaño real del pez. ¿Cuántas veces hemos recibido una primera picada brutal y no llegó la segunda? Cuántas veces habremos perdido un pez enorme.





Luego, lo de siempre, la cámara con el gran angular con la batería agotada. Tampoco quise tener al pez un tiempo innecesario fuera del agua, y así fueron las fotos resultantes.

Ahora, a subir un nuevo peldaño.



lunes, 23 de marzo de 2015

Antes de la tormenta

En estas fechas no sólo hay que acertar una vez ya en el agua, con señuelos y ubicación de los peces. Hay que acertar también la noche antes, en ese momento en el que decides dónde ir. Ahora puede suponer la diferencia entre echar un día de campo, o una magnífica jornada de pesca.

Ayer lo mismo acertamos, o no, quizás en otro sitio habría sido aún mejor. Pero nos divertimos a pesar de que los picos de actividad fueron muy marcados.


Además, me sorprendió ver cómo los peces se posicionaban en zonas más propias de otras fechas. No se encontraban posicionados merodeando zonas propias de freza. Por el contrario, sí que se encontraban ubicados en sitios mucho más idóneos para emboscar a sus presas, y ahí los engañamos, casi todos por pura reacción, embocando nuestros señuelos nada más caer al agua.



También nos acompañó la suerte. Esquivamos la lluvia, y decidimos salir del agua antes de que la tormenta hiciera acto de presencia. Al menos ya habíamos cumplido.

sábado, 14 de marzo de 2015

Un buen susto

Comienzo la jornada de la mejor manera posible, arrancando un buen pez en una punta que tiene cerca un pequeño escalón, se come el jig pero lo escupe rápidamente antes de que pueda clavar. Lanzo de nuevo a la misma zona, dejo el jig reposar en el fondo, y al primer movimiento lo engulle, esta vez si logro clavarlo bien y llevarme a las manos este "bonito" pez, por decir algo. El pobre tenía la boca destrozada, y además no presentaba buen aspecto. Estaba muy delgado pese a tratarse de un pez grande.

Luego empiezo a sentir unas picadas brutales pero no consigo clavar ninguna, hasta cuatro veces, noto un picadón bestial pero el pez no se queda con el jig en la boca. Empiezo a mosquearme pensando que he perdido varios buenos peces y me dispongo a tocar otras zonas en las que no consigo tener picadas. Se va terminando la tarde y llegando de nuevo a la zona de partida monto un jerkbait blando con el que consigo engañar un pez, un pequeño barbo. Ya sé que era lo que no conseguía clavar a principio de la tarde. El susto llegó después cuando con una spinnerbait logré clavar un barbo ya de dimensiones considerables. Éste pez me sirvió además para corroborar que mi Legend Elite, que había pasado por quirófano tras una rotura, sigue funcionando a pleno rendimiento.
Las arrancadas de estos animales te acaban dejando el brazo tocado, y más si la caña es blandita.






miércoles, 4 de marzo de 2015

Black bass prefreza en pequeñas masas de agua

A la hora de afrontar una jornada de pesca en una masa de agua pequeña o relativamente pequeña (pequeños embalses o tramos de ríos) lo más importante es siempre la localización del pez. Esto no es nuevo, la localización es el punto principal siempre. El ancla en la que basar nuestro día.
El problema que se nos plantea en algunos de los escenarios mencionados anteriormente es que suelen ser muy uniformes, muy llanos, sin presentar desniveles bruscos que ayuden a localizar al pez en determinadas zonas.

En este punto, y hablando siempre de zonas con vegetación en la orillas, yo empezaría buscando al pez ahí, en esa vegetación (cobertura), ya sean árboles,  juncos, cañas, o cualquier vegetación que sirva para dar cobijo al bass. Empezaría prospectando esas zonas desde una distancia de unos 6/7 metros para después traer el señuelo unos cuantos metros por el fondo, averiguando cómo es éste, si es duro, fangoso, si tiene rocas sueltas, o si presenta algún pequeño escalón o desnivel que pueda albergar peces, en estas zonas tan llanas cualquier mínimo escalón o desnivel puede suponer un buen punto de pesca. Si las picadas se producen solamente dentro de la cobertura me acercaré para tener un mejor control sobre el lance. Si por el contrario las picadas se producen pasados un par de metros tras salir de la cobertura lo que haré será alejarme un poco más.

Pero en este tiempo además hay que tener en cuenta más factores. La zona que recibe más sol, la zona que antes se calienta (que puede resultar no ser la misma que la anterior), la zona golpeada o aislada del viento, la zona en la que los peces harán sus nidos, donde se encuentra la comida, o la claridad del agua entre otras muchas variantes.





Temperatura: Es un factor clave a lo largo del año para ubicar los peces, y del mismo modo lo es ahora. En estas pequeñas masas de agua siempre habrá una zona más expuesta al sol que a priori será la que antes se calentará y antes tendrá actividad en sus orillas; pero también puede existir una zona que albergue rocas, y las rocas en éste periodo pueden actuar del mismo modo que un radiador, almacenando la temperatura, y siendo un imán para los peces.

Viento: Son varias las teorías que circulan sobre esto. Hay gente que presupone que una zona azotada por el viento siempre es buena, porque allí se almacenará la comida y los peces por lo tanto la acecharán. Sin embargo, ahora, a finales de invierno, aún sigue habiendo días fríos, en los que el viento del norte es preponderante. Es entonces cuando quizás las zonas azotadas por el viento no sean buena opción y, en cambio, podremos encontrar peces activos en zonas más resguardadas en las que el sol haga su efecto.

Preparando la freza: En estas semanas los peces además de alimentarse como lo hacen durante todo el año tienen también otra labor, la de buscar una zona ideal para hacer la puesta. Es ahora el momento en el que las grandes hembras merodean las orillas. En este punto hay que tener en cuenta que algunos peces comienzan sus tareas antes que otros, por eso no podemos descartar buscarlos en zonas someras, con un fondo propicio para las tareas que a posterior van a desarrollar.

Claridad del agua y fondo: Va a determinar en muchos casos el señuelo a elegir. Evidentemente, en aguas claras pescaremos desde más lejos, con mejores presentaciones, y con colores más naturales. El tipo de fondo igualmente condicionará nuestro señuelo. No será propicio trabajar un jig pesado en un fondo fangoso que, por otra parte, la experiencia me dice que no es el más ideal para el bass.
Hay que tener también en cuenta que el agua cristalina, más transparente, se calentará antes que el agua de un tono más marrón, más "tomada". Sin embargo, será ésta última la que acumule mejor la temperatura una vez suba ésta.


Señuelos: Hablar de señuelos sin tener un claro ejemplo de escenario es complicado pero yo suelo desenvolverme con un puñado de ellos.
Suelo empezar pescando con jig. Como dije más arriba, penetrando en la cobertura, trabajándolo ahí, y luego trayéndolo unos cuantos metros por el fondo. Para hacer esto utilizo jigs de flipping, y aquí siempre de tungsteno. Son más compactos y penetran mejor al tener un menor tamaño. Dependiendo del tono del agua utilizaré diferentes colores. Si el agua está un poco turbia montaré un jig negro o negro/azul. En cambio si el agua tiene un color más transparente montaré un jig marrón o marrón/lila. El color de los trailers de vinilo en los jigs también dependerá de la turbidez del agua, siempre en consonancia con el color del jig, En algunas situaciones utilizaré un tráiler con mayor movilidad y en otras uno con menos. Según el comportamiento de los peces en cada momento.
Por supuesto, si vamos a buscar a los peces metidos dentro de la cobertura será de obligado uso una caña de potencia Heavy, y de acción Fast. Además de un buen fluorocarbono o trenzado, de lo contrario obtendremos picadas pero no peces.



Otros de los cebos que suelen deparar buenos resultados en estos escenarios son los vinilos sin plomar. Suelo utilizar estos señuelos cuando los peces no toman el jig claramente. Entonces pescaré de manera más lenta, con tubos de vinilo, jerkbaits blandos o lombrices a la caída delante de la cobertura de la orilla.

Los jerkbaits duros son otro de los señuelos claves a la hora de pescar en aguas frías, esas paradas entre tirón y tirón suelen desencadenar buenas picadas cuando otros señuelos no reportan resultados.
Una spinnerbait es un señuelo que no puede faltar al otro lado de nuestra línea en un día de viento. Pasear una spinnerbait cerca de un árbol en un día de viento es siempre una buena opción, incluso golpeando las ramas del árbol. Otro de mis señuelos favoritos para ríos y charcas pequeñas son los buzzer. Aunque suelen deparar mejores resultados en verano, esa es mi experiencia. Sin descartar utilizarlos ahora cuando se levante brisa y los peces se muestren apáticos.




Aunque aquí al final lo que manda es la experiencia en el agua, como siempre. Ni existe el señuelo infalible, ni existe el charco en el que los peces quieran siempre la misma presentación y el mismo señuelo. Además, cada escenario es un mundo, por parecido que parezca. En cada lugar los peces adoptan actitudes de caza diferentes y adquieren hábitos diferentes. Esto es lo más bonito de nuestra afición, descubrir esos  patrones de comportamiento. Los peces, luego, llegan solos.