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lunes, 25 de mayo de 2015

Comiendo por reacción

El día anterior ya oí la misma cantinela: “salen pocos peces y pequeños”. El día acabó por darnos un puñado de peces grandes.
Pues bien, éste día me encaminé hacia uno de mis escenarios favoritos que, en cambio, éste año no había pescado aún. Tenía que ir. Era el momento, ya que la semana siguiente me iba a ser imposible. Decidí echar la tarde, aprovechando al máximo el ocaso.

Las expectativas eran las justas dados los comentarios que escuchaba. Los peces no parecían dar la cara excesivamente, ni siquiera los pequeños.
Toqué una zona amplia que otros años en éste punto de la postfreza rebosaba actividad en ciertos momentos del día.

 Se veían alburnos por las orillas y peces pequeños cazando. Al menos me iba a entretener. Y así estuve un rato, entreteniéndome, aunque tampoco me lo ponían fácil esos peces. Me costó cambiar varias veces de señuelo hasta que di con el que los ponía “tontos”.

Estuve así algo más de una hora, hasta que llegué a la zona en la que tenía depositada más esperanzas. Entonces tocó cambiar de patrón. Los peces grandes no andaban por las orillas, y comencé a hacer lances largos con vinilos livianos a la caída, buscando una presentación lenta, pero éste día la lentitud y la delicadeza no eran las claves.


No se veían ataques, el embalse estaba en calma, y el calor apretaba. Lo seguí intentando golpeando zonas de pizarras en torno a los cuatro o cinco metros con lombrices de vinilo y tubos, pero los peces de buen tamaño seguían sin aparecer.

Ya mediada la tarde aposté por pescar de manera rápida, y ¡“Eureka”!.  Casi siempre suelo pescar de manera rápida cuando el viento es incesante o la actividad de los peces es alta, pero éste día determinó todo lo contrario. Ya había tenido alguna jornada similar.
Así, pescando rápido, me topé con dos peces que me alegraron significativamente la tarde. Antes lo había intentado pescando en superficie en torno a una hora, pero no había movimiento.
Un sinfín de peces pequeños y dos bonitas hembras postspawn fueron el balance de una tarde de lo más entretenida. Un día para aprender (como siempre).




En cuanto a lo del principio sólo puedo decir que el que pesca con asiduidad sabe cómo funciona esto. Unos días los peces tienen más actividad y otros días menos, pero incluso en esos períodos de menos actividad hay alguna opción de sacar jugo a la jornada. Desde donde sí que no existe actividad es desde la pantalla del portátil. Que no te lo cuenten.

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