Sólo hay que echar un rápido vistazo al Facebook o a la tabla
clasificatoria de las competiciones de bass realizadas en junio para darnos
cuenta de que no es uno de los mejores meses para disfrutar del black
bass. Pero, ¿por qué?
Yo siempre tiendo a relacionar la actividad del bass con los
patrones estacionales. En este caso, junio es un mes claramente de postfreza:
los peces comienzan a abandonar las orillas y más adelante se van colocando en
posturas veraniegas. Es por eso, por ser un mes de transición, que los
resultados suelen resultar muy poco pronosticables, pudiendo encontrar peces en
multitud de enclaves, sin un patrón claramente definido, aunque en mi
experiencia sí que podemos establecer algunas pautas para tener un buen
porcentaje de éxito en según qué circunstancias.
En ésta época puede parecer que los peces se olvidan de
comer y se limitan a descansar de las tareas llevadas a cabo anteriormente.
Comerán en momentos concretos, y seguramente menos de lo que deberían. No resulta
extraño encontrarse en estas fechas con peces extremadamente delgados debido a
esa alimentación esporádica.
Como casi todo el año, los mejores momentos se sucederán a
primera hora de la mañana y a última de la tarde. Sin embargo, en concordancia
con ese errático comportamiento, no es descartable localizar grandes peces en
las horas más centrales. El pez de la foto que muestro a continuación, por
ejemplo, fue capturado al mediodía en una zona de apenas medio metro de
profundidad.
![]() |
Bass capturado con superfluke en una zona de sombra |
Eso sí, aguardaba en una zona de sombra, resguardada de
cualquier ajetreo. Son estas zonas de sombras, tranquilas, los mejores
apostaderos para el bass en estas fechas. Del mismo modo, podremos encontrar
buenos peces, como casi siempre, rondando las coberturas más densas, en las que
habremos de engañarlos por reacción, introduciendo nuestro señuelo de forma meticulosa entre cada rama.
Un aspecto capital en estas fechas es adaptar nuestras
técnicas al comportamiento del bass. Si eres un pescador de “power fishing” y
no recibes ni una sola picada en todo el día pescando de esta forma no es que “los
peces no pican”, sino que no estás pescándolos de la forma correcta.
Conviene manejar los señuelos de forma más lenta de lo que
lo hacemos habitualmente, dando oportunidad a esos peces “pasotas” de tomar
nuestro engaño. Yo, que soy un pescador bastante inquieto, a veces, previendo también
esa actitud cambiante de los peces, prefiero optar por tocar muchas zonas de
forma más rápida hasta dar con algún pez activo. Esta actitud me ha dado buenos
resultados en jornadas en las que pescar metódicamente la zona que parecía
idónea no producía picadas, o las que producía no eran francas. Así, por ejemplo, logré hacerme con este "rollizo" pez de algo más de dos kilos, que agarró con fuerza mi jig cerca de unos pequeños algueros nada más tocar el señuelo el agua.
Según se acerque el verano para el bass irán cambiando de
comportamiento, suspendiéndose y siendo relativamente más sencilla su pesca, ya
que su actividad aumentará. En cualquier época, por supuesto, no podemos obviar
la oportunidad de encontrar a los peces en las estructuras más claras de
nuestros sitios de pesca. Los desniveles, cauces, islas, lenguas…serán siempre
apostaderos que albergarán peces en mayor o menos grado de actividad.
Ahora solo queda tirar de paciencia, mentalizarse la noche
anterior de que engañar un solo bass estará complicado, y tratar de adaptarnos a
las condiciones concretas del escenario y todo lo que en él acontezca en
nuestra jornada. Que la suerte os acompañe.
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