El verano se antoja siempre como una época complicada para dar con peces grandes. Aunque supone por otra parte una de las épocas más divertidas para pescar. Esas tardes calurosas que van dejando paso a la noche suelen deparar en muchas ocasiones alguna grata sorpresa.
Una mañana de Julio me decidí a acompañar a unos amigos que querían dedicar la jornada a pescar ciprínidos. Yo comencé la mañana como ellos, pero a eso de las diez no pude resistirme...